Colegios FIC evalúan desempeño académico de educación a distancia

Educación a distancia

Viernes 15 de mayo de 2020

Viernes 15 de mayo de 2020</span >

Un año de intenso teletrabajo han tenido los cuatro colegios de la red Educacional FIC, desde que el Ministerio de Educación suspendió en marzo pasado las clases presenciales.
Durante este tiempo, ha operado un sistema de educación a distancia adecuado a la realidad de las familias de cada colegio, y tras cinco semanas de educación a distancia, los establecimientos evaluaron su desempeño en un informe que entregaron a la red en Santiago.
La primera gran prueba de fuego del Centro de Educación San Antonio, de Talca, (CESA) fue el 23 de marzo cuando <b<debió organizarse para la masiva vacunación de los niños de PreKinder a 5to básico.
Personal del Consultorio local debió vacunar a más de 500 niños, que acudieron con sus apoderados al colegio. Turnos éticos de profesores y personal administrativo fueron clave para organizar la tarea, que fue calificada de “titánica” por quienes estuvieron a cargo del proceso.
Dos días después fue el turno del colegio Hermano Bernardo, de Buin, que en solo una hora y media completó la vacunación de 32 estudiantes y 13 miembros del personal de la escuela.
El resto de los colegios no debía vacunar a sus alumnos y profesores, por lo que se centraron en el desafío académico y de orientación que impuso la suspensión de las clases.

El interrumpido comienzo del CEAH
El Centro Educacional Alberto Hurtado, de Quinta Normal, alcanzó a arrancar este año con algunas de las actividades programadas para marzo. Se realizó la cuenta pública 2019 a cargo del director Ricardo Pavez, además de las reuniones de apoderados de los Primeros Medios, la ceremonia de inicio del año escolar y la celebración del día de la Mujer.
Sin embargo, tras la suspensión de las clases, todas las otras actividades programadas debieron cancelarse y el lunes 16 de marzo se inició un plan de trabajo a distancia.
Ese mismo día el equipo directivo se reunió para idear y poner en práctica en tiempo r récord un sistema adecuado para los alumnos del colegio.
Se decidió enviar actividades a los estudiantes por asignatura y módulos a todos los cursos de cada nivel y se definió que se mantendría comunicación con ellos a través de las redes sociales. El 70% de las actividades comprometidas fueron entregadas el 27 de marzo.
Tras recibir valiosos aportes de parte de alumnos, profesores y apoderados, el 30 de marzo se puso en marcha el uso de la plataforma Moodle para el trabajo de los estudiantes, facilitando así el acceso a las tareas. Así como a diferentes recursos de aprendizaje, foros de consulta e interacción entre docentes y estudiantes. La interfaz permite además clases en tiempo real.
Una semana después se inició la entrega de material impreso para aquellos alumnos que no tienen acceso a computadores o internet que les permita realizar las actividades escolares a través de Moodle.
Las autoridades del colegio determinaron reducir al 50% la carga académica para los alumnos y así bajar el estrés y agobio experimentado por una gran parte de la comunidad escolar.
El 10 de abril pasado, justo el día en que los alumnos salieron de vacaciones de invierno, la plataforma registraba que 620 estudiantes, es decir, el 80% de la matrícula del CEAH, habían ingresado y hecho uso de la interfaz escolar.
Durante todo este tiempo, los alumnos estuvieron en permanente comunicación con el colegio, que habilitó el correo respondiendoconsultasceah@gmail.com para atender las solicitudes de estudiantes y apoderados.

Luis Rutten se focaliza en entregar materiales físicos
Muy diferente fue la situación que se vivió en estos casi dos meses en la ciudad de Talca, en medio de la comunidad escolar del CELR.
El principal problema que se detectó en la primera quincena de la suspensión de clases fue que gran parte de las familias no cuentan con computadores o internet y que, aún teniendo acceso a las plataformas, profesores y alumnos no manejan su uso, por lo que se decidió ampliar la entrega de materiales educativos físicos a los alumnos, que en un comienzo se pensó solo para una parte reducida del alumnado.
Tras las primeras dos semanas se focalizó el trabajo en las áreas de matemática, lenguaje, historia e inglés y se monitoreó de cerca el proceso educativo a través de las redes sociales y en conferencias por niveles, lo que hizo que se ajustara el trabajo y se lograra un mejor acompañamiento y contacto con los estudiantes. Durante este tiempo se detectó a los a los alumnos que no pudieron responder a los requerimientos de los profesores y se estableció una modalidad de trabajo adecuada para ellos.
Una de las cosas que destaca el informe del CELR es el trabajo dedicado de los profesores y su esfuerzo para diseñar un plan de trabajo en circunstancias adversas y de emergencia.
Durante las cuatro semanas que duró el primer período escolar a distancia, el equipo directivo del CELR, así como sus docentes y asistentes de la educación realizaron turnos éticos presenciales y a distancia para cubrir las necesidades de toda la comunidad escolar.

La educación uno a uno del CEHB
El Centro de Educación Especial Hermano Bernardo tuvo que moverse rápidamente el domingo 15 de marzo para informar por las redes sociales que a partir del día siguiente el colegio no podría recibir a sus alumnos.
Dos días después la dirección del colegio tomó contacto con cada una de las familias para conocer más de cerca las necesidades de cada una.
Desde ese día, el equipo docente y directivo del establecimiento se reunió presencial y remotamente para definir los lineamientos de trabajo de sus alumnos en este nuevo contexto, que imponía desafíos enormes para los docentes, asistentes y las propias familias, algunas de las cuales no tienen la posibilidad de atender todas las necesidades de los alumnos con necesidades especiales.
Desde el 17 de marzo, los docentes y asistentes comenzaron a comunicarse con las familias de los alumnos para enviarles, a través de Whatsapp o correo electrónico rutinas de aprendizaje y actividades de reforzamiento de acuerdo a las realidades de cada uno.
Todas estas actividades fueron acompañadas de una pauta de monitoreo con indicadores que permitieran a los apoderados dar cuenta del resultado de cada una.
La planificación del CEHB se centró en las asignaturas de lenguaje y comunicación, matemáticas, ciencias naturales e historia. Además se incluyeron sugerencias de actividades para el desarrollo de la conducta adaptativa con iniciativas que pudieran ponerse en práctica en la casa y que estimularan la psicomotricidad fina, a través del arte con materiales de reciclaje.
A la carga académica se sumaron actividades físicas para trabajar la estimulación sensorial, motora y de psicología, para lograr contención emocional.
La comunicación fue clave en todo este proceso, ya que muchas de estas actividades requerían de explicaciones uno a uno a los apoderados y de una guía constante. Es por esto, que algunos docentes se comunicaban directamente con las familias a través de videollamadas por Whatsapp o Zoom.
El CEHB se dio cuenta de que le fue difícil adaptarse a la nueva formación a distancia a través de las tecnologías de la información e internet, que suponen una preparación y recursos, con las que tanto la escuela como las familias no cuentan necesariamente. Según su informe, esta emergencia los sorprendió sin mayor experiencia vivencia, acrecentando las desigualdades sociales que existen entre quienes tienen acceso a las TICs y quienes con cuentan con los recursos necesarios.
El 7 de abril se realizó el primer consejo de profesores vía Zoom, en el que participaron el 100% de los docentes, asistentes de aula y profesionales no docentes, que fueron liderados por el equipo directivo del colegio. En la oportunidad se compartieron experiencias, aciertos, resultados y las dificultades presentadas en este tiempo.

Comunicación constante en el CESA
Luego de la maratónica vacunación a su comunidad escolar, el Centro de Estudios San Antonio, de Talca, se concentró en retomar sus actividades académicas a distancia.
Se informó a los apoderados que se enviaría material pedagógico a los alumnos, el que sería elaborado por los docentes del colegio, a través de una plataforma educativa.
Se diseñaron tutoriales para la realización de las diferentes actividades, se asignaron las lecturas complementarias y se habilitó la plataforma Lirmi Familia para que los alumnos continuaran su aprendizaje online.
Durante este tiempo, la totalidad de los profesores trabajaron desde sus casas subiendo material pedagógico a las aulas virtuales y elaborando recursos pedagógicos para la siguiente entrega. Para asegurar el correcto desempeño y acceso de los docentes, se entregó una asignación de 24 mil pesos a cada uno para mantener internet y poder así realizar su trabajo a través del notebook que cada uno tiene en comodato.
Pese a todos estos esfuerzos, una encuesta realizada en la comunidad escolar del CESA reveló que solo 37% de los alumnos cuenta con los recursos y materiales tecnológicos necesarios para realizar su trabajo de manera remota y online.
Por esta razón, se decidió comenzar la entrega de material educativo físico a todas las familias que lo requieran.