Lunes 18 de diciembre de 2023
Un sentido mensaje de Navidad envió el superior general FIC, el hermano Augustine Kubdaar, quien exhortó a los miembros de la comunidad de la Inmaculada Concepción en el mundo a aprovechar la gran oportunidad que se presenta en esta época «para profundizar nuestra fe y reflexionar sobre la significancia histórica del evento que marca el núcleo de nuestras creencias».
En la misiva, que llegó a los cuatro colegios de la Red en Chile, dice que el nacimiento de Jesucristo no es simplemente un evento histórico, sino una manifestación divina de amor, gracia y salvación. «Como Hermanos comprometidos con una vida de servicio y dedicación, tomemos este momento para detenernos y reflexionar sobre lo más hondo de nuestra fe», aclara y agrega que «es un testimonio del amor infinito de Dios por nosotros, su compromiso inquebrantable con nuestra salvación y el impacto profundo de su presencia en nuestras vidas».
El hermano Augustine llama la atención sobre lo fácil que es perder de vista en esta época, el significado espiritual de la Navidad. Sin embargo, «como hermanos unidos por un llamado compartido, usemos este tiempo para profundizar nuestra fe y reflexionar sobre la significancia histórica del evento que marca el núcleo de nuestras creencias. (…) y nos inspire a llevar este amor a nuestras interacciones diarias y al servicio de los demás».
La carta invita a recordar a los menos afortunados, «especialmente a los pobres entre nosotros en la sociedad. La temporada navideña sirve como un recordatorio conmovedor de nuestro compromiso para servir al pueblo de Dios, y es un momento propicio para extender nuestras manos en generosidad y compasión. Que nuestras acciones reflejen el amor y la bondad que Cristo derramó sobre nosotros durante su tiempo en la Tierra».
Para finalizar, el religioso envía abundantes bendiciones a los miembros de la comunidad, deseos de una Feliz Navidad y abundantes bendiciones en el próximo año y a unirse en oración por el éxito del próximo Capítulo General. Que este «sea fuente de inspiración, unidad y renovado compromiso de servir al pueblo de Dios, especialmente a aquellos en necesidad», dice.
«Hermanos, que esta Navidad sea un tiempo de renovación espiritual, reflexión profunda y celebración alegre. Llevemos la luz de Cristo al nuevo año, iluminando el camino de nuestro viaje compartido en el servicio a Dios y a su pueblo. Que nuestra divina Madre María solicite constantemente las bendiciones de su Hijo para nosotros».